▸ Chosco, potaje, frixuelos, arroz con leche o requesón y vino
- Comarca Vaqueira
- Municipio de Tineo
- Fecha de inicio: 08/02/2013 (viernes)
- Fecha final: 10/02/2013 (domingo)
- La duración del evento es de: 3 días
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Se celebra en el Concejo de Tineo (Asturias) las XXV Jornadas Gastronómicas del 8 al 10 de febrero.
Se ofrecerán diferentes menús por parte de los restaurantes colaboradores que ponen su granito de arena para dar a conocer los deliciosos manjares con los que cuentan los tinetenses.
Principalmente Tineo se conoce por sus buenos embutidos, pero los visitantes que en estos días decidan asistir a este evento culinario, podrá observar que cuentan con una amplia oferta gastronómica, con diversos surtidos de cerdo, así como postres caseros.
El menú con el que se suelen abrir las jornadas es: chosco de Tineo con patatas, potaje con huesos de butietso, frixuelos, arroz con leche o requesón y vino de la tierra de Cangas.
Organizadas por la Junta Local de Hostelería de Tineo y en ellas se potencia y se da a conocer la rica gastronomía tinetense y como en este caso, los derivados del cerdo.
Los restaurantes que habitualmente participan son:
Restaurante Don Miguel
Existe un aspecto folklórico o costumbrista relacionado con el cerdo: la matanza familiar o San Martín.
El gochu (de «coch, goch», voces para llamar al cerdo) sirve como término comparativo de la suciedad: Andaes como los puros gochos. Se usa también con los verbos quedar y echar: Quedesti como la gocha; Echólo co los gochos. También sirve para expresar la terquedad y la obstinación: É más porrón qu’un gochu. La soberbia y presunción también encuentran su justa medida en este término: Cree que ye pocu’l rey pa curiai los gochos. Finalmente, para expresar que a todo el mundo le llega el momento de rendir cuentas, se emplea la consabida frase: A tou gochín i llega so samartín.
Sin embargo, es en la tradicional matanza o San Martín de’l gochu donde este animal adquiere su mayor importancia. Este acontecimiento va acompañado de un antiquísimo ritual, de influencia pagana, muy similar en toda la parte occidental de la región. Decimos de influencia pagana porque el sacrificio del cerdo lo encontramos ya en la antigua Roma, mucho antes que el de la oveja y el toro; el término suovitauvilia (sus, cerdo; ovis, oveja y taurus, toro) tal vez nos indique así el orden en el tiempo de las victimas a inmolar. Con el paso de los años, este ritual pagano se ha ido transformando. Sin embargo, aún subsisten residuos de las antiguas supersticiones trasmitidas a lo largo de numerosas generaciones, como lo es la realización de la matanza en cuarto menguante para que la carne no se pierda y resulte de buena calidad.
El ceremonial que envuelve esta labor tiene aún mucho de rito religioso, todos participan en mayor o menor grado: el hombre coloca la víctima en el lugar del sacrificio, destinada exclusivamente para este fin; la mujer recoge en un recipiente la sangre extraida, moviéndola hábilmente para que no se coagule, a la vez que dirige las operaciones para conseguir el perfecto aprovechamiento de los productos del animal.
Sin embargo, cuando verdaderamente tenía importancia la carne de cerdo era el día de antroxu o martes de carnaval, en el que era casi obiigatorio comerla; en Cangas del Narcea se cuenta: «En el Carnaval de Asturias el de la carne de cerdo es plato que se tiene por deber...» En ese día se permitía toda clase de excesos en el comer antes del largo período del ayuno cuaresmal. Según Cabal, en el antroxu, el «hartazgo» no se puede eludir. Hay quien afirma que uno es sinónimo del otro y es éste el que más se celebra; el del antroxu es sin duda el hartazgo más copioso que hubo de inventar el hombre. Tanto es asi, que en numerosos lugares, como Cornellana, Teverga e Illano, existía la costumbre de que se regalase a los necesitados, imposibilitados de adquirir carne alguna, todo lo preciso para una abundante comida ese día, a base de tocino, chorizo, morcillas, etc., lo que incluso permitía a estas gentes menesterosas guardar una pequeña reserva hasta la Pascua. No obstante, la costumbre más generalizada en el resto de la región era la de que éstos lo solicitasen por las casas mediante la fórmula: Un torrezu pa’l antroxu. Y era grave falta de consideración el no dárselo. Cuenta incluso Cabal que «el pobre que se gana en estos pueblos el cariño de las gentes, llega hasta reunir más de estas cosas que si hiciera un San Martín...» Refranes: A bua caldada fai el bon cocho; A dengún gochu i aguele mal la so gochada; Al gochu gordu, untai el rau, Al gochu gordu, tou el mundu i unta’l rau; A/ gochu más ruin, la meyor castaña; El gochu y el siñor tienen que ser de raza: Si quiés que el gochu engorde, úntalu con fariña; Eché mió gochu a la foy y vieno como foi; echelu a la llandre, foi pequeñu y vieno grande.
Nota: algunos eventos puede que se celebren el fin de semana anterior o posterior. Se ofrecerán diferentes menús por parte de los restaurantes colaboradores que ponen su granito de arena para dar a conocer los deliciosos manjares con los que cuentan los tinetenses.
Principalmente Tineo se conoce por sus buenos embutidos, pero los visitantes que en estos días decidan asistir a este evento culinario, podrá observar que cuentan con una amplia oferta gastronómica, con diversos surtidos de cerdo, así como postres caseros.
El menú con el que se suelen abrir las jornadas es: chosco de Tineo con patatas, potaje con huesos de butietso, frixuelos, arroz con leche o requesón y vino de la tierra de Cangas.
Organizadas por la Junta Local de Hostelería de Tineo y en ellas se potencia y se da a conocer la rica gastronomía tinetense y como en este caso, los derivados del cerdo.
Los restaurantes que habitualmente participan son:
Restaurante Don Miguel
- Avda. Oviedo, 6.
- 33870 Tineo
- Teléfono: 985800325
- Fax: 985801167
- C/ Eugenia Astur, 6.
- 33870 Tineo
- Teléfono: 985801574
- Avda. González Mayo, 30.
- 33870 Tineo
- Teléfono: 985800710
- Fax: 985800710
- El Crucero
- 33877 El Crucero - Tineo
- Teléfono: 985800238
- Fax: 985900010
- El Crucero
- 33877 El Crucero - Tineo
- Teléfono: 985800192
- Casares, 10
- 33876 Casares - Tineo
- Teléfono: 985800279
- Fax: 985801613
Existe un aspecto folklórico o costumbrista relacionado con el cerdo: la matanza familiar o San Martín.
El gochu (de «coch, goch», voces para llamar al cerdo) sirve como término comparativo de la suciedad: Andaes como los puros gochos. Se usa también con los verbos quedar y echar: Quedesti como la gocha; Echólo co los gochos. También sirve para expresar la terquedad y la obstinación: É más porrón qu’un gochu. La soberbia y presunción también encuentran su justa medida en este término: Cree que ye pocu’l rey pa curiai los gochos. Finalmente, para expresar que a todo el mundo le llega el momento de rendir cuentas, se emplea la consabida frase: A tou gochín i llega so samartín.
Sin embargo, es en la tradicional matanza o San Martín de’l gochu donde este animal adquiere su mayor importancia. Este acontecimiento va acompañado de un antiquísimo ritual, de influencia pagana, muy similar en toda la parte occidental de la región. Decimos de influencia pagana porque el sacrificio del cerdo lo encontramos ya en la antigua Roma, mucho antes que el de la oveja y el toro; el término suovitauvilia (sus, cerdo; ovis, oveja y taurus, toro) tal vez nos indique así el orden en el tiempo de las victimas a inmolar. Con el paso de los años, este ritual pagano se ha ido transformando. Sin embargo, aún subsisten residuos de las antiguas supersticiones trasmitidas a lo largo de numerosas generaciones, como lo es la realización de la matanza en cuarto menguante para que la carne no se pierda y resulte de buena calidad.
El ceremonial que envuelve esta labor tiene aún mucho de rito religioso, todos participan en mayor o menor grado: el hombre coloca la víctima en el lugar del sacrificio, destinada exclusivamente para este fin; la mujer recoge en un recipiente la sangre extraida, moviéndola hábilmente para que no se coagule, a la vez que dirige las operaciones para conseguir el perfecto aprovechamiento de los productos del animal.
Sin embargo, cuando verdaderamente tenía importancia la carne de cerdo era el día de antroxu o martes de carnaval, en el que era casi obiigatorio comerla; en Cangas del Narcea se cuenta: «En el Carnaval de Asturias el de la carne de cerdo es plato que se tiene por deber...» En ese día se permitía toda clase de excesos en el comer antes del largo período del ayuno cuaresmal. Según Cabal, en el antroxu, el «hartazgo» no se puede eludir. Hay quien afirma que uno es sinónimo del otro y es éste el que más se celebra; el del antroxu es sin duda el hartazgo más copioso que hubo de inventar el hombre. Tanto es asi, que en numerosos lugares, como Cornellana, Teverga e Illano, existía la costumbre de que se regalase a los necesitados, imposibilitados de adquirir carne alguna, todo lo preciso para una abundante comida ese día, a base de tocino, chorizo, morcillas, etc., lo que incluso permitía a estas gentes menesterosas guardar una pequeña reserva hasta la Pascua. No obstante, la costumbre más generalizada en el resto de la región era la de que éstos lo solicitasen por las casas mediante la fórmula: Un torrezu pa’l antroxu. Y era grave falta de consideración el no dárselo. Cuenta incluso Cabal que «el pobre que se gana en estos pueblos el cariño de las gentes, llega hasta reunir más de estas cosas que si hiciera un San Martín...» Refranes: A bua caldada fai el bon cocho; A dengún gochu i aguele mal la so gochada; Al gochu gordu, untai el rau, Al gochu gordu, tou el mundu i unta’l rau; A/ gochu más ruin, la meyor castaña; El gochu y el siñor tienen que ser de raza: Si quiés que el gochu engorde, úntalu con fariña; Eché mió gochu a la foy y vieno como foi; echelu a la llandre, foi pequeñu y vieno grande.
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