Los vecinos preparan comida y la llevan para compartirla
- Comarca de la Sidra
- Municipio de Villaviciosa
- Fecha de inicio: 19/01/2013 (sábado)
- Fecha final: 22/01/2013 (martes)
- La duración del evento es de 4 días
- Fiestas tradicionales
- Dónde dormir en Villaviciosa
Fecha: 22 de enero
Se celebra misa solemne procesión, subasta del ramu, actuaciones folclóricas y romería.
Se celebra en el campo de la iglesia la fiesta de San Vicente. Los vecinos de Grases se reunen para disfrutar de esta celebración, que como viene siendo tradición comienza con la celebración de la misa, a continuación la procesión del santo, un pincheo de los asistentes en las dependencias de la iglesia, con la comida que los vecinos preparan y llevan para compartirla, y por último la representación de una obra de teatro en el local social de la iglesia.
San Vicente Ferrer (Valencia, 1350-1419), político, teólogo y predicador, intervino en el Cisma de Occidente a favor del papa Clemente VII, de Aviñón, y en contra de Urbano VI, de Roma, aunque luego apoyó al papa Luna (Benedicto XIII). Desde 1399 abandonó la corte, y hasta 1412 predicó por toda la Europa mediterránea, seguido de la "compañía" de hasta 10.000 personas, que vivían de limosnas y hacían procesiones nocturnas. Sus sermones los escuchaban grandes multitudes, como una vez las 25.000 personas de una Barcelona que sólo contaba con 35.000 habitantes. En 1412 abandonó su labor misional para convertirse en uno de los compromisarios de Caspe (por Valencia), con motivo de la sucesión de Martín I de Aragón, muerto sin herederos. Dilucidada la elección de Fernando I de Castilla, volvió a sus prédicas, esta vez por Francia, donde murió en Vannes. El Papa Calixto III, también valenciano, lo canonizó en 1455, tan sólo 36 años después de su muerte. San Vicente Ferrer fue uno de esos fenómenos humanos que tardan siglos en darse. Tenía una personalidad sumamente persuasiva, convincente, atractiva. Se convirtió en el referente indispensable, en el consejero imprescindible, en la garantía máxima de cualquier decisión tanto religiosa como política. Emanaba de él tal capacidad comunicativa, tal don de persuasión, que no conociendo más lengua que su valenciano natal, lleno de vulgarismos y expresiones populares, era requerido para predicar en toda Europa y sus oyentes, siempre numerosísimos, quedaban prendidos en las redes de su oratoria y en la enorme fuerza magnética de su persona. Mérito añadido, pues lo consideraban todos un don divino, denominado en terminología religiosa "don de lenguas". Por lo mismo, fueron innumerables sus conversiones de judíos y pecadores, y se le atribuyeron numerosos milagros.
Los Vicentes celebran su onomástica mayoritariamente el día de San Vicente Ferrer (5 de abril; si cae en Semana Santa, el segundo lunes de Pascua); san Vicente de Paúl (27 de septiembre); san Vicente diácono y mártir (Huesca, fines del siglo III, - Valencia 304) patrón de Zaragoza, Valencia y otras ciudades de España (22 de enero); pero el santoral menciona veinte santos más.
Se celebra misa solemne procesión, subasta del ramu, actuaciones folclóricas y romería.
Se celebra en el campo de la iglesia la fiesta de San Vicente. Los vecinos de Grases se reunen para disfrutar de esta celebración, que como viene siendo tradición comienza con la celebración de la misa, a continuación la procesión del santo, un pincheo de los asistentes en las dependencias de la iglesia, con la comida que los vecinos preparan y llevan para compartirla, y por último la representación de una obra de teatro en el local social de la iglesia.
San Vicente Ferrer (Valencia, 1350-1419), político, teólogo y predicador, intervino en el Cisma de Occidente a favor del papa Clemente VII, de Aviñón, y en contra de Urbano VI, de Roma, aunque luego apoyó al papa Luna (Benedicto XIII). Desde 1399 abandonó la corte, y hasta 1412 predicó por toda la Europa mediterránea, seguido de la "compañía" de hasta 10.000 personas, que vivían de limosnas y hacían procesiones nocturnas. Sus sermones los escuchaban grandes multitudes, como una vez las 25.000 personas de una Barcelona que sólo contaba con 35.000 habitantes. En 1412 abandonó su labor misional para convertirse en uno de los compromisarios de Caspe (por Valencia), con motivo de la sucesión de Martín I de Aragón, muerto sin herederos. Dilucidada la elección de Fernando I de Castilla, volvió a sus prédicas, esta vez por Francia, donde murió en Vannes. El Papa Calixto III, también valenciano, lo canonizó en 1455, tan sólo 36 años después de su muerte. San Vicente Ferrer fue uno de esos fenómenos humanos que tardan siglos en darse. Tenía una personalidad sumamente persuasiva, convincente, atractiva. Se convirtió en el referente indispensable, en el consejero imprescindible, en la garantía máxima de cualquier decisión tanto religiosa como política. Emanaba de él tal capacidad comunicativa, tal don de persuasión, que no conociendo más lengua que su valenciano natal, lleno de vulgarismos y expresiones populares, era requerido para predicar en toda Europa y sus oyentes, siempre numerosísimos, quedaban prendidos en las redes de su oratoria y en la enorme fuerza magnética de su persona. Mérito añadido, pues lo consideraban todos un don divino, denominado en terminología religiosa "don de lenguas". Por lo mismo, fueron innumerables sus conversiones de judíos y pecadores, y se le atribuyeron numerosos milagros.
Los Vicentes celebran su onomástica mayoritariamente el día de San Vicente Ferrer (5 de abril; si cae en Semana Santa, el segundo lunes de Pascua); san Vicente de Paúl (27 de septiembre); san Vicente diácono y mártir (Huesca, fines del siglo III, - Valencia 304) patrón de Zaragoza, Valencia y otras ciudades de España (22 de enero); pero el santoral menciona veinte santos más.
Nota: algunas fiestas puede que no se celebren en la fecha indicada y sí el fin de semana anterior o posterior a la misma.
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